La Fucsia o pendientes de la reina
Al género fucsia pertenecen alrededor de cien especies de arbustos caducifolios o perennes, originarios de América Central del Sur y Nueva Zelanda. En Italia se cultivan las especies de tamaño pequeño o mediano, que se utilizan como anuales o como perennes para ser retiradas en invernaderos templados durante el invierno.
Esta planta fucsia tiene tallos muy ramificados, semillas leñosas, de color verde o rojizo. Su follaje es verde brillante y ovalado o lanceolado, las hojas pueden tener bordes internos o dentados y la mayoría de las especies en cultivo son siempre verdes.
En la mayoría de las especies, las dimensiones son de alrededor de 25-40 cm, las especies rústicas pueden medir incluso 100-150 cm, mientras que en la naturaleza alcanzan los 2-3 metros de altura.
Las flores de esta especie florecen durante la primavera hasta el otoño, son colgantes y están formadas por cuatro sépalos alargados, a menudo unidos para formar una forma tubular larga.
Por lo general poseen cuatro pétalos, sin embargo, existen muchas variedades híbridas con flores dobles. Esta flor es muy particular, debido a su forma colgante, adaptando el nombre de pendientes o bailarinas.
En cuanto a su color, generalmente es rosa o rojo para las especies botánicas, aunque también puedes ver colores como el blanco, naranja, lila, azul y púrpura. A las flores les siguen pequeñas bayas carnosas que contienen algunas semillas fértiles.
Contenidos
Nombre de la planta
Fucsia o pendientes de la reina
Cuidados, trucos y consejos
Debido a la gran variedad de plantas híbridas que se consiguen en el mercado, es importante tener en cuenta algunos consejos prácticos para su cuidado.
Esta planta prefieren lugares muy luminosos, pero que no este en contacto directo con el sol durante períodos de tiempo demasiado largos. Aunque también pueden desarrollarse en zonas de sombra.
Asimismo muchas especies de fuscia disponibles comercialmente no pueden soportar el clima frío, por lo que deben ser cultivadas en el jardín sólo durante el período de verano. Sin embargo las especies rústicas no le temen al frío y pueden soportar los duros inviernos.
La temperatura ideal para el cultivo de este arbusto va de 13° a 20°C. Los suelos deben ser blandos ricos en materia orgánica, y fácilmente pueden ser cultivados en un buen suelo universal equilibrado con pequeñas cantidades de arena.
Este tipo de arbusto no necesitan macetas grandes, sin embargo el contenedor debe ser ligeramente más grande que la planta.
Debe ser regado regularmente entre los meses de marzo a octubre, para evitar que el suelo permanezca seco durante demasiado tiempo. Asimismo en el período de vegetación se debe suministrar cada 15-20 días fertilizante, mezclado con agua de riego.
Factores de riesgo
El cultivo en un entorno poco ventilado puede favorecer la presencia de estancamientos de agua. Esta condición a menudo provocan enfermedades fúngicas del follaje y del sistema radicular.
En la primavera los áfidos afectan a los brotes de la fuscia. Por lo que es recomendable colocar las plantas en lugares ventilados y evitar los estancamientos de agua.
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