Planta de la fresa
El término “fresa” se refiere a los frutos de todas las plantas del género Fragaria (una curiosidad: este fruto ya era conocido en la antigua Roma y el nombre parece derivar del latín “fragrans”, que significa “fragancia”, por su dulce aroma). La siguiente información se refiere, por lo tanto, a la planta de fresa, de la que la fresa, tal como la conocemos, emana.
Por cierto, la fresa es un falso fruto (los verdaderos frutos de la planta son las semillas amarillas visibles en la superficie de la fresa, que es en realidad el receptáculo agrandado de la inflorescencia).
La fresa es una pequeña planta perenne, de origen muy extendido. Crece de forma natural en los continentes europeo, asiático y americano, y puede ser tanto silvestre como cultivada. Las hojas están agrupadas en pequeños penachos en la base y están sostenidas por tallos únicos y delgados; son de color verde claro y parecen ligeramente peludas al tacto en la parte inferior.
En los meses entre abril y julio, la planta produce pequeñas flores que consisten en cuatro a seis pétalos redondos blancos o blanco-rosados. A finales de la primavera y principios del verano (generalmente de abril a junio) produce pequeños “frutos” rojos salpicados de semillas (llamados “aquenios”, los verdaderos frutos).
Las fresas silvestres, una de las muchas especies existentes, suelen ser las primeras en aparecer, y también las más buscadas. Son nativas de Europa y Siberia. Crecen espontáneamente en claros, bosques y lugares con hierba, y pueden sobrevivir hasta 1800 metros de altura. El período de su cosecha es de junio a septiembre.
Para la actividad de cultivo se prefieren otras variedades de fresa, como F. ananassa (la fresa cultivada por excelencia), un híbrido de dos especies americanas (F. virginiana y F. chiloensis). Esta especie produce frutos de tamaño llamativo y flores hermafroditas. Las cuales son utilizadas principalmente para la producción de frutos de mesa, o para la industria conservera.
Las diferentes variedades de fresa pueden clasificarse en :
- Uniforme (o no refloreciente): Se caracteriza por una única floración primaveral, que produce sus frutos antes del verano, durante un corto período de tiempo de unas 2/3 semanas;
- Reflorecientes (o bíferas): Producen frutos varias veces desde la primavera hasta el otoño;
- Fotoindiferente: Pueden producir frutos durante todo el año, siempre que la temperatura se mantenga estable y no sea inferior a 10°C.
Contenidos
Nombre de la planta de fresa
El nombre es Fragaria
Medio ambiente
El suelo ideal para el cultivo de fresas es fresco, bien drenado, suelto y rico en materia orgánica, que debe tener una profundidad mínima de 50 cm y un pH neutro (o subácido). Deben evitarse a toda costa los suelos “pesados”, salinos, calcáreos y no drenantes (el estancamiento del agua podría causar graves daños al fruto).
Para un mejor desarrollo de los frutos se recomienda también enriquecer el suelo cada año con abono orgánico maduro.
Temperatura ideal
Aunque el frágil cultivo se realiza desde las llanuras hasta los 1.000 metros sobre el nivel del mar, el clima ideal sigue siendo el templado, caracterizado por veranos cortos y calurosos e inviernos fríos. Durante el período de floración, sería mejor garantizar a la planta un clima suave y homogéneo, ya que los fuertes cambios de temperatura podrían obstaculizar el proceso.
Cuidados de la planta de fresa
La fresa necesita luz, por lo que las macetas (o la porción de tierra) deben colocarse de manera que puedan recibir los rayos del sol (aparte de las fresas silvestres, que aman las zonas de sombra); sin embargo, hay que tener cuidado con el gran calor del verano, cuya acción directa del sol podría dañar la planta.
En lo que respecta al riego, éste debe ser abundante en el momento de la floración y del trasplante de las nuevas y jóvenes plántulas. En los períodos más secos del año necesitan un mayor suministro de agua, pero tendencialmente no requieren un alto suministro de agua, aunque sea regular. Lo importante es prestar atención para evitar estancamientos de agua. El momento ideal para regar la fresa es por la mañana, tratando de no mojar las hojas, sino sólo el suelo de la base.
Si se cultiva en el huerto o en un terreno amplio, la distancia que debe mantenerse entre una planta pequeña y la otra es de al menos 20/30 cm, mientras que las distintas filas deben tener un espacio de unos 40 cm. La época ideal para cultivar fresas es de finales de febrero a abril. Sin embargo, a menudo se recomienda trasplantarlas al suelo durante la temporada de otoño, para que las plantas puedan ya dar frutos durante la primavera siguiente.
Además, algunas variedades necesitan pasar el invierno ya en el suelo, ya que necesitan temperaturas frías para dar una cosecha abundante
Reproducción de la planta de fresa
Obtener una nueva planta de semillero de la planta madre es muy simple. Como primer punto, hay que esperar a que los estolones (ramas laterales que brotan de la base) se desarrollen en la planta principal; luego, hay que preparar una maceta, con la mezcla adecuada de tierra, para colocarla cerca de la que contiene la planta madre.
El segundo paso consiste en enterrar en la nueva maceta, bajo aproximadamente un centímetro de tierra, una parte del estolón de la planta madre (haciendo que su extremo salga para dar equilibrio a la futura planta) y mantenerlo firme colocando una piedra sobre él. Para que el estolón enterrado arraigue, la tierra debe mantenerse constantemente húmeda; tan pronto como éstos hayan salido, bastará con cortar el estolón de la planta madre con unas tijeras especiales afiladas y esterilizadas.
El consejo, entonces, es cubrir la nueva maceta con una lámina de plástico negro, para que se mantenga la humedad del suelo y no se formen malas hierbas (si es necesario, será necesario regar el suelo de manera que esté siempre húmedo y erradicar las malas hierbas tan pronto como broten).
La multiplicación por semillas también es posible, pero toma mucho más tiempo hacerlo.
Adversidad
En general, siguiendo unas simples reglas de mantenimiento, la planta de fresa no se enferma fácilmente.
Sin embargo, a veces puede suceder y es útil saber cómo tratarlos sin el uso de productos sintéticos. El primer problema que puede ocurrir es el llamado “moho gris”, causado por un ataque de hongos.
Para combatirlo, existe un producto ecológico a base de Bacillus subtilis, que actúa en los tres días siguientes al tratamiento (esto puede hacerse al inicio de los primeros síntomas, incluso justo antes de que las fresas maduren, para evitar que el moho se extienda incluso a “frutas” sanas).
Un segundo problema es el conocido como “mal-blanco”: Este también es causado por un hongo y se manifiesta con parches blanquecinos polvorientos, volviéndose de color rojo púrpura. Para combatirlo, basta con rociar las plantas con bicarbonato de sodio (unos 10/15 g por litro de agua) o, mejor aún, con bicarbonato de potasio.
Otra enfermedad que puede ocurrir es la llamada “picadura”, que conduce a la formación de pequeñas manchas circulares de color marrón en las hojas. Para combatirla, si todavía está en la fase inicial, basta con eliminar las hojas afectadas. Sin embargo, si el problema es más grave, se debe realizar un tratamiento a base de cobre en las horas más frescas del día y respetando las dosis prescritas.
Además, también puede revelarse la llamada “antracnosis del cuello”: En cualquier órgano de la planta aparecen lesiones huecas de color oscuro; en los frutos aparecen como manchas marrones hundidas. En las primeras apariciones, las partes afectadas de la planta deben ser retiradas inmediatamente. Además también debe realizarse un tratamiento a base de cobre.
No hay que olvidar, finalmente,a los insectos y otros pequeños animales, atraídos por el aroma y la dulzura de los frutos de la planta: En este caso, se puede optar por pequeños recursos como el trazado de hoyuelos con ceniza o utilizar un poco de “cerveza”, y utilizar redes protectoras especiales para mantenerlos alejados.
A continuación, vemos una breve lista de reglas a seguir para minimizar el riesgo de que la planta de fresa se enferme:
- Respetar las distancias sugeridas entre una planta y otra y entre las diferentes filas
- Eliminar las hojas secas y las plantas hijas
- No utilizar excesivamente los fertilizantes
- Asegúrate de que el suelo esté bien drenado para evitar el estancamiento de agua.
- Regar el suelo sin mojar las hojas
- Periódicamente, utiliza una decocción de equisetum (disponible en el mercado listo para su uso), que, rico en silicio, aumenta las defensas de la planta contra las enfermedades.
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