Arce alpino o Acer spicatum
El arce alpino o arce de montaña es un árbol presente tanto en los bosques de las colinas como en los de las montañas, se encuentra hasta casi 2000 metros sobre el nivel del mar. Además pertenece a la familia de las Aceráceas.
Debido al tamaño que puede alcanzar, el arce alpino es también llamado el Gran Arce. La altura a la que llega es de 30-40 metros y el follaje puede alcanzar dos metros de diámetro. El tallo es de rápido crecimiento, delgado, recto. Hay placas grisáceas en la corteza.
El follaje es amplio y redondeado con ramas asurgentes, mientras que las hojas son verde oscuro en la parte superior y blanquecinas en la inferior.
Sus palmares o lobulados, tienen de hecho 5 lóbulos poco acentuados, son caducos y pueden alcanzar los 20 cm de longitud mientras que el pecíolo tiene unos 10 cm de largo. Además, la base tiene bordes redondeados, mientras que las incisiones son, en promedio, profundas y el margen tiene escasos dientes laterales.
Las flores son hermafroditas y se producen en abril, después de la apertura de las hojas: se agrupan en racimos que cuelgan unos 15 centímetros, con tonos verdes y amarillentos. Los frutos se describen como los típicos samares dobles, dispuestos juntos para formar una “V” invertida con un ángulo muy estrecho, casi 90°.
Contenidos
Nombre científico de la planta
Arce alpino (Acer Spicatum)
¿Que necesita el arce alpino?
El arce alpino es el mayor arce europeo, está presente desde el Cáucaso hasta los Pirineos, en Italia se encuentra en toda la península, incluida la Sicilia septentrional, mientras que en Cerdeña no está presente.
Prefiere los suelos frescos, no ácidos y muy bien drenados, como su nombre indica, está presente principalmente en los Alpes.
El arce alpino necesita entornos no demasiado secos y protegidos del sol del verano y de los vientos dominantes.
Ya que vive en climas montañosos, no le teme a las temperaturas frías que frecuentemente pueden caer bajo cero.
Características del arce alpino
Las flores son unisexuales y se caracterizan por dos protuberancias en forma de ala, que permiten que sean transportadas por el viento.
La madera es muy resistente y se utiliza para tapicería y muebles de lujo, así como para adornos, ya que es fácil de trabajar.
Además, la madera de arce alpino tiene un buen valor calorífico y por lo tanto también se utiliza para la combustión, una vez cortada en pequeños trozos.
Plagas y enfermedades
Las hojas de arce pueden ser objeto de ataques fúngicos que no se tratan químicamente en los bosques, sólo en el caso de los árboles en parques o jardines.
Las hojas caídas pueden ser destruidas y se pueden realizar tratamientos con productos cúpricos durante el período de foliación.
El arce tampoco es inmune a los ataques de hemitópteros como los áfidos, lepidópteros, escarabajos o ácaros como la araña roja o el heriofido del arce.
También la podredumbre radical puede causar enormes daños al árbol. Un crecimiento atrofiado de la vegetación y clorosis de las hojas, las raíces mayores y parte del cuello asumen un color marrón oscuro, bajo la corteza se forman placas de color crema, con un fuerte olor a hongos.
Asimismo a los pies de la planta infectada salen grupos de cuerpos fructíferos conocidos vulgarmente como clavos o pequeñas familias.
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